Mas allá de los beneficios ambientales que proveen los proyectos sustentables, se encuentran también las cualidades rentables desde el origen del proyecto.
Buenas prácticas.
La buena práctica de la arquitectura sustentable en México es noblemente reconocida y difundida llegando hasta los escenarios internacionales, gran parte del reconocimiento es a través de las certificaciones que alcanzan los proyectos.
Actualmente una de las más importantes y de gran impacto es la certificación LEED, por sus siglas en inglés, Leadership in Energy and Environmental Design.
Representa un compromiso con el futuro y de mejorar la calidad de vida no solo de sus usuarios directos, si no de su contexto social y ambiental, actualmente las edificaciones que apuestan por la sustentabilidad entran en otro nivel inmobiliario de competitividad nacional.
Hacia un proyecto sustentable con máxima efectividad.
Proyectar edificios con cualidades rentables y sustentables demanda estrategias de diseño, construcción y gestión con propiedades regenerativas, modulares y a su vez flexibles que sean de carácter universal, el proceso debe ser integrador y se apoya de la tecnología BIM para hacer eficiente el proyecto desde su origen.
Todos estos procesos son necesarios para el ahorro máximo en todo el proyecto, lo cual genera una economía más vigilada y garantiza su rentabilidad.
A través de la proyección y desarrollo de creaciones inmobiliarias verticales se genera un ambiente de sinergia interdisciplinaria donde hasta los modelos comerciales generan una economía compartida.
Los resultados que se obtienen reflejan cualidades como alto rendimiento del edificio, resiliencia, eficiencia energética y desarrollo de comunidad.
Parecería que estos proyectos están lejos de ser una realidad por su complejidad, sin embargo, en México ya están generando gran impacto en el mundo inmobiliario, seamos parte de este movimiento.
Autor: Arq. Elena Liseth Cervantes.
Arquitectura disrruptiva.
Luma Arquitectura y Urbanismo Sustentable.